Cuando se jubiló doña Eloísa la sustituyó la señorita Lucía. Recuerdo que llevaba el pelo muy corto y usaba sobre todo rebecas azules y blancas.
Enseguida averigüé que me llevaba quince años y que seguiría llevándomelos por siempre jamás.
Lo primero que nos explicó fue el Sistema Métrico Decimal, luego nos hizo un examen oral.
Ella desde su mesa encima de la tarima nos preguntaba cuánto creíamos que medían o pesaban algunos objetos del aula, por ejemplo, el encerado, pues tres metros de largo por dos de ancho, un lapicero, pues ocho centímetros y cien gramos.
Cuando me preguntó a mi, que estaba en la última fila, cúal era la distancia que nos separaba, usé una medida que le había oído a mi madre y de la que todavía no sabía su equivalencia, le contesté: “¿un abismo?.
Relato de Ramón Martín, escuchado en La Ventana (Cadena Ser).
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