El otro día estaba escuchando una tertulia en la radio. Hablaban sobre supersticiones y me llamó la atención una de ellas.
Comentaban que en algunos países como Argentina y también algunas regiones de España, no se da la sal en la mano de otra persona, es decir, que si alguien te pide el salero, se lo acercas en la mesa pero no se lo das en la mano. Y la explicación me pareció muy curiosa.
La palabra salario viene del latín salarium que significa pago en sal. Y el término es debido a que en el antiguo impero romano muchas veces se pagaba a los soldados con sal pues era un elemento muy preciado. Por eso el hecho de derramar sal se consideraba de mala suerte pues era como tirar el dinero pero sin poder recogerlo de nuevo. De esta manera cuando se iba a realizar un pago con sal, que normalmente iba en saquitos, ¿qué pasaba si en el momento del cambio de manos se caía o derramaba la sal, de quién era la culpa del que entregaba o del que recogía? Para evitar ese problema lo que se hacía era no entregarlo en mano sino dejarlo encima de una mesa y así la otra persona lo recogía de la mesa y no existiría la duda ante una torpeza.
1 comentario:
Que nota tan interesante :)
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