En una ocasión se le acercó a Edison una mujer y le dijo:
¿Es usted el creador de esta máquina que habla? Sepa usted que es un invento ruidoso e innecesario además de molesto.
A lo que Edison contestó:
Señora yo no soy el único responsable de haber creado un artilugio así, la primera máquina parlante la creó Dios de una costilla de Adán y a diferencia de la mía no hay quien logre pararla cuando empieza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario